1925 | Los diez mandamientos para ser felices

Un diario donostiarra, 'El Pueblo Vasco', publicó el 28 de mayo de 1925 en su sección de 'Ecos de Sociedad', antes de entrar en el repaso a viajes, bodas y fallecimientos, un decálogo de recomendaciones para alcanzar la felicidad. Era un compendio de ideas sensatas, algunas más bien tópicas y otras quizás sorprendentes. Si les apetece, las recuperamos en su integridad.

«¿Quieren ustedes ser felices? Pues no tienen que hacer más que recordar y cumplir los diez mandamientos que el moralista americano Jaffersen daba como una panacea infalible de felicidad.

Primero. No dejéis para mañana lo que podáis hacer hoy.

Segundo. No gastéis jamás dinero antes de haberlo ganado.

Tercero. No compréis nada inútil con el pretexto de que es barato.

Cuarto. No sintáis nunca no haber comido bastante.

Quinto. El trabajo ejecutado de buena gana no fatiga jamás.

Sexto. No recurráis a otro para hacer lo que podáis hacer vosotros mismos.

Séptimo. La vanidad y el orgullo nos cuestan más caro que el hambre y la sed.

Octavo. Principiad las cosas por el principio.

Noveno. Guardaos de los cuidados y de las penas que no existen más que en vuestra imaginación y que no llegan jamás.

Décimo. Contad hasta diez antes de hablar, cuando estéis descontentos, y hasta ciento, cuando estéis encolerizados».

Después de estos consejos para una existencia feliz, aplicables en 1925 y mayormente en 2025, pasaban en 'El Pueblo Vasco' a los pequeños acontecimientos de la vida donostiarra de entonces.

«Enfermedades.– Se encuentra convaleciente de la delicada operación sufrida el cónsul de Holanda y Noruega en Pasajes, don Gabino Muñoz, que se ha trasladado desde la Clínica de San Ignacio a su 'Villa José María', de Herrera. Celebraremos su rápida y total curación».

«Peticiones de mano.– Los señores de Arbide (don José Cruz) han pedido para su hijo, nuestro querido amigo, el activo e inteligente abogado y procurador don Olegario Arbide y Allende, la mano de la bellísima señorita María Luisa Domínguez, hija de los señores de Domínguez (don Martín). Nuestra cariñosa felicitación».

«Notas tristes.– Los funerales y la conducción de los restos mortales de la respetable dama doña María Guadalupe Hompanera y Macuso, viuda de don Ramón Gaytán de Ayala, constituyeron imponentes manifestaciones de duelo, a los cuales se asociaron nutridas representaciones de todas las clases sociales donostiarras».