Una dermatóloga vasca advierte de los tres errores «muy frecuentes» que arruinan tu cabello

La dermatóloga vasca Leire Barrutia advierte en un vídeo de Instagram de los tres errores «muy frecuentes» que pueden estar arruinando tu cabello. Así, la dermatóloga detecta tres prácticas muy comunes que podrían estar dañando seriamente la melena sin que nos demos cuenta.

Estos hábito, además pueden acentuarse con la llegada del buen tiempo y la relajación de rutinas de belleza. Además, el sol se puede convertir en un enemigo del pelo.

La estética pulida y recogida que triunfa en plataformas como Instagram y TikTok no está exenta de riesgos. Según la doctora Barrutia, el abuso de peinados extremadamente tirantes, como moños altos o coletas ultraestiradas, popularmente conocidos como clean look, puede derivar en una alopecia por tracción, una pérdida progresiva del cabello en las zonas donde se ejerce tensión constante.

«El pelo puede dejar de crecer en la zona en la que estamos tirando repetidamente», explica Barrutia. «No es algo inmediato, pero con el tiempo, los folículos pilosos pueden dañarse de forma irreversible».

Incluso las aparentemente inocentes ondas sin calor, realizadas con calcetines o cintas durante la noche, pueden suponer un riesgo si se aprietan en exceso o se repiten con demasiada frecuencia.

Otra costumbre peligrosa es irse a dormir con el cabello mojado o dejar que se seque al aire libre en climas fríos o húmedos. Aunque puede parecer inofensivo o incluso natural, este hábito compromete la salud del tallo piloso.

«El cabello húmedo está más frágil y propenso a romperse», advierte la especialista. Además, la humedad persistente en el cuero cabelludo puede alterar la flora microbiana y favorecer condiciones como la dermatitis seborreica, una inflamación que provoca picor, descamación y enrojecimiento.

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Con la llegada del buen tiempo, cada vez más personas recuerdan proteger su piel del sol, pero ¿qué pasa con el cabello? Según Barrutia, este es uno de los olvidos más frecuentes y perjudiciales.

«El sol puede dañar tanto la queratina como la melanina del cabello, debilitándolo y haciendo que se rompa con más facilidad», señala.

La dermatóloga recomienda protegerlo con productos específicos que ofrezcan filtro UV, aunque reconoce que la oferta en este ámbito aún es limitada. Por eso insiste en medidas físicas, como el uso de sombreros o pañuelos, especialmente en las horas de mayor radiación solar.